Y un día la vida te sorprende,
te cambia lágrimas por sonrisas,
distancias por abrazos,
dudas por cercanía,
dolor por besos dulces.
Y un día decides arriesgar de nuevo,
poner tu corazón en el camino,
dando todo lo que tienes,
sabiendo puedes perder;
mas deseas ganar,
ganarlo todo.
Y lo haces en libertad,
con el alma en la mano,
deseoso de llevarte el sol.
Y un día te das cuenta que
la mano que te sostenía,
ya no está.
Tan solo queda su recuerdo.
los sueños no se fueron,
ni tampoco la ilusión,
tampoco las ganas de ganar.
y te preguntas dónde fallaste,
si tal vez debiste tomar más precauciones
antes de mostrar nuevamente el corazón.
Donde tantas veces existió la curiosidad
ahora lo llena la indiferencia.
Y un día te das cuenta
que no se trata del tiempo,
tampoco del lugar, de lo dicho
o no dicho.
se trata de ti, y de la vida contigo.
La vida aún te guarda camino,
te guarda enseñanzas
y te guarda fuerzas.
Y un día, lo sabes,
llegará el momento de echar raíces,
de construir un hogar,
de quedarse.
Sandy Mejía