
No te quiero fuerte
no te quiero indestructible,
mucho menos intocable.
No te quiero Superman
tampoco inmortal.
Te quiero a ti,
a ti.
Con tu pasado,
con tus heridas
tus cicatrices
y todos tus miedos.
Te quiero en medio de la incertidumbre,
cuando no tienes respuestas
y también te quiero cuando te sientes perdido.
Te quiero en tu debilidad,
bañado en lágrimas,
con frío inundando tu alma.
Te quiero roto,
sin fuerzas y aún sin esperanza.
Te quiero a ti,
a ti.
Porque te quiero en plenitud,
enteramente y sin reservas.
Con todo tu equipaje de ayer
y el que vendrá después.
La incertidumbre no me detiene,
el temor no me paraliza
y el dolor no me aleja.
Te quiero a ti,
a ti.
Muéstrame tus piezas rotas,
tomaré cada una de ellas
para amarlas en detalle,
una por una.
Te quiero a ti,
a ti.
Sandy Mejía
Foto: Gabriel Alenius
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Este escrito forma parte del episodio "Que bueno que no somos Superman" en el podcast LOS COLORES DEL CORAZÓN.
Lo puedes escuchar aquí.
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