Y un día descubrí que mi Norte no estaba fuera, Sino dentro. Que por más que caminé y busqué el camino correcto, para llegar a destino. Mis pasos me llevaron de vuelta al inicio, no del camino ni del trayecto. Sino el inicio de todo, el mío.
Me di cuenta que la brújula que indica el mejor norte soy yo, está en mi alma. Descubrí también que la felicidad comienza con la libertad, la libertad de ser yo, ser yo a plenitud. Sin máscaras ni límites, sin miedos. Pasando todas esas puertas, llegué al mejor destino uno que no tenía contemplado pero sin duda fue el mejor de todos, volví a mí. Mas ya no igual. Ahora, era más yo. ya no había necesidad de complacer a nadie más o llenar requisitos del mundo exterior.
Era hora de vivir para mí, desde dentro, en contacto con el Universo eterno desde ahí. Él ahí hablándome a mi, Diciéndome quién era y creyendo en mi. Sin condiciones ni formatos, solo ser quien fui creado para ser. En libertad, en amor y en completa paz.
La mejor brújula, eres tú.
Sandy Mejía