Tienes planes,
tienes sueños,
tienes anhelos…
tantas ideas para tu vida
y tu futuro,
sobre lo que es mejor para ti;
o al menos eso es es lo que crees.
Espera por la tangente,
por eso que vendrá sin previo aviso
y en un pestañear dará un giro a tu vida
cambiando los planes
dando nuevo panorama a tu mundo
y dejándote en penumbras
con un corazón confundido
y la mente llena de preguntas.
Desconocerás el camino
deberás tal vez,
recorrerlo en solitario
sin guía ni plan a seguir.
Solo la incertidumbre
y soledad como constantes.
Y continuarás
no te rendirás ni darás tregua,
porque aún en el exilio del mundo
que una vez conociste
sabes no quieres renunciar
algo dentro de ti te alienta a seguir.
Con el paso de las lunas y estaciones
te das cuenta que aquello una vez desconocido
y hasta impensable
no es tan escalofriante,
mucho menos imposible.
El recorrido te ha enseñado
que eres más fuerte de lo que creías
y es también, como si hubieras cambiado
de piel, ya no eres el mismo
de hecho puedes decir:
eres más tú.
Has dejado en el trayecto ese peso
que no sabías te estorbaba,
has cambiado sueños
antes no negociables
por realidades fascinantes,
has descubierto que puedes sonreír
desde dentro,
aún si no hay razón lógica para ello;
todo porque has encontrado la plenitud,
la llevas dentro,
la has construido.
Esa mezcla de paz y certeza,
envuelta con toques de incertidumbre
por el mañana,
pues ahora entiendes,
hay tanto que escapa de tu mano
ya no te esfuerzas por cambiarlo
o controlarlo,
es desgastante.
Prefieres ocuparte en ti,
has encontrado ese gran amor
de tu vida,
ese que tantos buscan y
no se han dando cuenta
siempre lo llevaron dentro.
Sí,
tienes planes
tienes sueños,
tienes anhelos…
tantas ideas para tu vida,
lo miras todo, sonríes
y lo sueltas al viento
con brazos abiertos
confiado en que llegará
lo que tenga que llegar,
eso que es perfecto
y con brazos abiertos
recibes la vida
con todo lo que esta tenga para ti.
Sandy Mejía
PD.
Te invito a escuchar el podcast donde comparto más sobre esto, aquí.