Y cuando creías haber perdido todo
al punto de declarar la derrota,
apenas sosteniéndote en pie
para comenzar con las curaciones
te tomaste tiempo para respirar
y que las heridas sanasen,
sin saber el rumbo exacto
o el nuevo camino a tomar.
Te bastaba con respirar.
Entonces llegó una nueva melodía
que te recordó tus fuerzas
aún gastadas, sí, pero existentes.
Las notas de música
hacían bailar tu corazón,
llevándote a lugares
solamente explorables con el alma.
Aún los abrazos lejanos se sintieron cercanos
la magia te sorprendió,
el amor envolviéndote de pies a cabeza,
ese que no lleva fecha de caducidad
ni instrucciones para manejar,
solamente te envuelve sin condición
y te sana.
Ese amor te sana,
revive aún los sueños olvidados
tornando lo imposible en posible,
porque para él los limites no existen.
Lo rodea todo,
lo contiene todo,
lo es todo.
Cuando creías haber perdido
el amor te sorprendió
con un nuevo aliento de vida,
de posibilidades, de esperanza.
Sandy Mejía
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