Niña, ¿por qué te conformas con tan poco? ¿Cuándo dejaste de creer que podías volar? y alcanzar tus estrellas, aquellas que mirabas por tu ventana desde pequeña, las que anhelabas muchas veces tocar y guardar para ti.
Niña, todavía puedes volar, tienes tus alas, úsalas. No te conformes con lo que apenas llega a tu puerta creyendo que porque ha tocado es lo que mejor o lo único para ti. Hay mucho más allá afuera para ver para conocer y atesorar, aventuras por vivir y ciudades por construir.
Tu mundo es mucho más de lo que solamente puedes ver, por eso debes volar. Tienes que explorar, y tienes que saltar. Despedirte del mundo que por tanto tiempo has visto, es hora de decir adiós. Niña, recuerda esa ilusión que no hace mucho volviste a sentir, ese salto en tu corazón, sonrisa sin razón y deseo por volver a apostar. Sin miedos, sin reservas, sólo pasión. Lo puedes tener, lo puedes conquistar, lo puedes alcanzar. Está en ti, en ti que decidas de nuevo volar.
Sandy Mejía