Quiero redifinir belleza,
mi belleza.
Precisamente porque es mía.
No quiero medirla
mucho menos contarla
o condicionarla
Hay tanto de eso fuera,
tantas voces que intentan regirme
como si supieran mejor que yo
quién soy
cómo actuar
y la meta a alcanzar.
Me opongo,
me niego,
me rebelo.
Porque no soy nada de ello,
no quiero serlo.
No voy tras un logro
u objetivo.
No necesito encontrar
lo que no he perdido.
Tampoco mejorar
lo que ya es perfecto.
No busco complicidad
mucho menos aceptación.
Esto es tan solo
mi declaración de libertad,
mi estandarte
de independencia.
Declarar sin titubear que
yo soy la definición de belleza.
Con un tanto extra por aquí
y más por allá,
con menos por este lado
y decoloración por ahí,
desastre en esta zona
y grietas en esas curvas
líneas de vida y guerra,
cicatrices que cuentan historias
de una vida vivida,
del camino recorrido
cada una habla de mi.
Todo eso que ves y no ves
soy yo,
en total plenitud.
Maravilla de vida
perfección absoluta.
He aprendido a quererme
por todo lo que soy
lo que llevo en mi ser
lo que sueño en mi alma
y anhelo en el corazón.
Soy
y eso es suficiencia absoluta.
Existo
por ello agradezco y celebro.
Basta de buscar encajar
o rogar pertenecer.
Mi lugar soy yo,
esta mujer fuerte
que me sostiene y acompaña
desde el día uno.
Soy realmente fantástica.
Yo soy mi definición de belleza.
Sandy Mejía
Fotografía: Jeffery Erhunse
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