
REGALOS DE VIDA
No siempre vienen envueltos, no llegan en fechas especiales ni acompañados de una canción. De hecho, en su mayoría llegan sin previo aviso y pocas veces parecen serlo, regalos. Sin embargo, llegan para quedarse, en tu corazón, en tu vida, en tu ser. Precedidos tal vez por despedidas, de esas que deseas nunca hubiesen llegado; de hecho, ruegas con todas tus fuerzas no se vayan, que por favor regresen. No crees poder vivir sin su presencia. Sobrevives. Aprendes. Un día a la vez